Recordando mis historias amorosas, mucho antes de que estuviera con el amor de mi vida. Hace unos cuatro años, estuve un tiempo con un chico de mi clase, un amigo especial ( ya que ahora no lo considero novio). Como todas las historias de adolescentes tienen su fin, esta también lo tubo, aunque más movido de lo que podría haber sido. Yo destrozaica perdida por haber perdido al que era “mi amor”, fui a parar con el primero que me llamó guapa, que fue el hermano de ella (la que ha estado en estos dos últimos textos).
En aquellos tiempos, éramos el triángulo de la amistad (formado por la de los textos; vamos a llamar a la otra, la despechada; y yo), no funcionaba como años atrás, algo fallaba y llegué a pensar que el problema era yo. Una no me hablaba porque yo estaba con el que a me gustaba (que yo le gustaba a él), pero a ella también le gustaba (vamos otro triángulo amoroso). No podía soportar que yo estuviera con el que a ella le gusta.
Pero para el triángulo yo era la mala, la despechada iba comiendo el coco a la que estaba en el medio, y evidentemente yo no juego a esos juegos (Mi teoría es: “Puedes estar conmigo, pero que no te coman el coco para no estarlo, se libre de hacer lo que quieras, no te dejes influenciar, piensa por ti mism@”). Pero eso no es todo, porque en poco tiempo las cosas no funcionaban con ese chico, por lo que lo dejamos. Al cabo del tiempo conocí a otro chico, que yo le gustaba (a mi no me gustaba) pero la despechada ya iba comiendo el coco a la otra diciendo que me iba a liar con el que ella había estado hace mucho tiempo. Después de esta etapa de turbulencias en el triángulo y en mi vida sentimental, me enteré de que la otra se iba a liar con mi ex. Con el que había estado más tiempo, con el que me dolió más dejarlo, pero no porque le gustara, sino por despecho ¡¡¡que yo me había liado con su ex!!! (Gran mentira, ya que ni siquiera me gustaba).
Tiempo más tarde, esta se lió con él, yo ya no tenía nada que ver con él, no me gustaba, no sentía nada por él, era un amigo más. No me molestó que se hubiera liado con él, lo que me molestó es que no me lo dijo ella, que me enterara por otras personas. Si tan amigas éramos, ¿porque no me lo dijo?, ¿porque no tubo la confianza de decírmelo?, yo lo hubiera entendido, total él era libre, yo era una amiga más.
Y de esto se puede deducir, que sus ex’s son intocables, pero en cambio lo de los demás si, como ya no están con nadie… ¿cómo puede ser así? Sí no te gusta para ti, no se lo hagas a los demás ¿no? Pues decírselo a ella, porque parece ser que eso no lo entiende, se ve que es demasiado complejo.
Otra de las razones por las que soy más reticente para no aguantarla, para comportarme de forma más fría. Esto pasó hace años, pero como yo digo “Perdono, pero no olvido”. Todo esto pasó, aun nos continuamos hablando, nos seguimos viendo, pero esto aun queda en mi y ahora que soy más mayor y veo las cosas con perspectiva, me doy cuenta, que perdí el tiempo con esas tonterías. No vale la pena tener amigas así, si no se alegran por lo que te pasa. Si tu le gustas a un chico y a ti te gusta, tienes que ir a por todas, puede que sea el chico de tu vida, y si realmente tu amiga es buena persona, lo entenderá, sabrá ceder el lugar dignamente.
Así que, por favor, si alguna vez estáis en una situación similar, lo actuéis como nosotras lo hicimos. Asumir que habéis perdido, o habéis ganado, pero no os enfadéis, no vale la pena por un chico.
Luego cuando pasa el tiempo te das cuenta, y te arrepientes de lo que has hecho. Yo lo he hecho, y creo que volvería a estar con un chico si me gusta y si yo le gusto, aunque quizá no actúe igual con mis amigas, les dejaría claro lo que siento por ese, y que no vale la pena pelearse, entonces que me hagan caso es cosa suya, yo ahí ya no puedo hacer nada.
Esta es la historia de mi vida amorosa, un poco (bastante) liosa, con altos y bajos (como la vida de un adolescente). Pero cuando vas evolucionando, te vas dando cuenta de que no vale la pena pensar en el pasado. VIVE EL PRESENTE COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA. El pasado, pasado está.
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